SOY
UN LÁPIZ
Hola,
soy un lápiz y ahora mismo me encuentro dentro de una caja con mis
demás amigos.
Estamos
inquietos por ver en que manos caemos y cómo será nuestro nuevo
dueño. Oímos cómo se acerca una persona, creemos que se trata de
una niña y entonces se viene hacia nosotros y sentimos como nos
coge. Nada más llegar a nuestro nuevo hogar abre nuestra caja y
casualmente me coge a mí. Estoy muy ilusionado, veo cómo me apoya
sobre el papel y empieza a hacer lo que parecen ser sus tareas. Mi
dueña tiene una letra muy bonita pero tiene un defecto, y es que
borra demasiado y eso no me gusta mucho. Además de emplearme para
las tareas, me utiliza para dibujar, que es lo que más me gusta,
deslizarme suavemente sobre el papel, y sacar cosas bonitas de una
página en blanco.
Un
día normal de mi vida empieza cuando mi dueña mete la mano en el
estuche y me coge, entonces comienza mi jornada de trabajo. De vez en
cuando noto un ligero dolor y siento cómo una parte de mí se
desprende, acabo de perder parte de mi punta. El siguiente paso es ir
a meterme dentro del sacapuntas, que me afila y me deja como nuevo.
Cuándo
mi dueña me utiliza para hacer un examen noto cómo se pone
nerviosa porque empieza a mordisquearme y eso me provoca muchas
cosquillas.
Ya
han pasado dos meses desde que empezó a usarme, cada día estoy más
pequeño, veo que mi final se acerca. Ya hay un nuevo lápiz en el
estuche, cualquier día pasaré a la papelera...
Pablo Gala, 2º ESO
Una familia algo exagerada
Érase una vez en un
barrio muy normal, con unas casa iguales a cada lado de la acera,
vivía una familia muy rara, muy egocéntrica, muy... “exagerada”,
tenia una casa de 5 plantas un jardín enorme lleno de rosas,
margaritas, amapolas, geranios, azucenas, etc y unos flamencos de
adorno que eran tan grandes como una persona adulta llenos de plumas
de color rosa de verdad y no os quiero ni hablar de unas estatuas
que ahí fuera que son ellos mismos vestidos con ropa de verdad,
“prufffff”* escalofrío*
Son cinco en la familia,
el padre llamado Mrs Federico III, la madre llamada Ariadna
Rostermellers VIII, el hijo mayor Ignacio I, la hija mediana
Elisabeth II y el hijo menor José, si José a secas, nada de José
I ni José V, solo José , bien continuemos, eran la 7:30 de la tarde
y la familia estaba cenando, un momento, ¿Cenando a las 7 de la
tarde? Que locura, mejor sigamos, “Ejem”.
Estaban cenando cada uno
una cosa distinta la madre comiendo un pavo gigante relleno de
castañas y un dedal con gaseosa, el padre un misero guisante con una
jarra de vino, el hijo mayor se estaba comiendo una sopera llena de
caviar y un tapón con agua , la hija mediana un pequeño boquerón
y una copa de plata con zumo de pitaya o como le dicen en Tailandia,
“la fruta del dragón” y el hijo un simple y normal plato de
espaguetis con tomate y un vaso de agua.
A la hora de dormir, se
acostaban exageradamente tarde, sobre las 1:20 de la mañana la madre
se iba a dormir al sótano en una cama de 4x4 llena de agua, el padre
en una cama muy fina pero muy grande y blandita y los dos hijo
mayores en una litera altísima con unos colchones muy duros y el
hijo pequeño en una habitación no muy grande con una cama perfecta
para el y de su tamaño, después de una corta noche de descanso
esta familia se despertaba a las 5:00 de la madrugada.
Desayunaba una comida
algo exagerada es decir como 5 litros de café y 2 de cola cao, 7
kilos de cereales y 3 de tostadas, pero lo más raro es que
conseguían comérselo todo y están como unos fideos excepto José
el no esta ni rellenito ni delgado simplemente normal.
Espera, si os fijáis
José no es exagerado en nada, tal vez por lo menos uno de esta
familia sea normal. Un segundo creo que me e equivocado acaba de
llegar a casa con un camión lleno de …
¿Gatos?
Mejor me voy de aquí que
soy alérgica a los gatos AA, AA, ¡¡ACHIS!!
Y recordad ¡achis!,
luego no os quejéis ¡achis!, si vuestros vecinos son muy
exagerados, sino ¡achis!, imaginaros como seria tener a está
familia de vecina ¡¡ACHIS!!
Mª José Arroyo, 2º ESO
Una familia con mucha cabeza
Hola
, me llamo Cabezita , y esta es la descripción de mi familia .
Primero os la presentare : Mi padre Cabezino el cabeza ( apodado así
por su gran genio para inventar maquinas ) mi madre Cabezina la
cabeza y mis hermanos Los cabezitas ( inventa sueros Como muchos de
vosotros pensareis , yo tengo la cabeza pequeña … ¡ Pues no !
Mi
familia es una rama descendiente de Albert Einstein , pero con algo
especial . A diferencia de nuestro antepasado , nosotros no tenemos
pelo , y , además , tenemos una cabeza enorme . Como nuestro cerebro
es demasiado grande , impide el crecimiento del pelo , ya que ocupa
hasta el ultimo milímetro de mi cabeza. Bueno he dicho ya que mi
cabeza es grande ? Si , creo que si , pero es que no os podéis
imaginar hasta que punto es grande . Esto , tienes sus ventajas ya
que mi familia acaba la carrera a las 12 años , pero esos años no
son muy buenos . Nuestro nivel cerebral es muy avanzado pero nuestro
cuerpo no . En el juego de matar siempre nos eligen los ultimo ya que
me tiren donde tiren me dan a la cabeza , así que normalmente , los
de mi equipo me dejan como escudo y luego cuando estoy en el campo de
los muertos , soy su estratega personal . Tampoco soy bueno en el
baloncesto , aunque de portero en el fútbol soy el mejor . Por ello
aunque siempre saco matriculas de honor en las asignaturas normales ,
en Educación Física siempre suspendo . Pero bueno , eso es lo malo
del cole , luego , los tíos de la calle si ríen de mi y de mi
nombre , y luego , cuando les voy a pegar , se meten por los
callejones estrechos , y no les puedo coger . Pero hay una cosa que
es lo peor de mi cabeza , y es que nunca aprendo. Yo soy un niño un
poco baguete , y es que eso me lleva mi problema . Como si mi cabeza
no fuera ya lo suficientemente grande , va aumentando con la edad(con
mi cerebro ) . Cuando era pequeño solía acostarme siempre en el
sofá a ver las noticias, eso con 3 años , pero ahora , que tengo 7
cuando me acuesto no me puedo levantar , mi cabeza es demasiado
pesada como para levantarla yo solo, y tienen que venir todos mis
hermanos a ayudarme . Claro que como en clase me aburro mucho ya que
yo me se todas las lecciones pues me suelen suceder cosas iguales , y
no os queréis ni imaginar lo que pasa cuando esto sucede.
Pero
bueno esto pasa de los 3-8 años porque luego llega un momento en el
que la cabeza no crece tanto y empieza a crecer el cuerpo , y
entonces no hay una desproporción tan grande , pero una vez que
acabamos los estudios no tenemos mucho que hacer , ya que somos
demasiado pequeños para trabajar , así que nos dedicamos a ayudar a
mi padre en sus cosas . Su trabajo consiste principalmente en hacer
planos de inventos para ayudar a la sociedad y esas cosas . Hace poco
invento los planos para un portal que nos llevaría a Neptuno , si
eso he dicho , a Neptuno , pero a mi padre le pareció que todos los
estados lo querrían tener ( AVISO: si alguien que lee esta
información me conoce o sabe donde vivo , por favor que no le diga a
mi padre que he puesto esto aquí )y por eso destruyo los planos.
Pero claro eso ha sido uno de sus últimos inventos , por ejemplo ,
hace dos semanas un hombre con una petición para mi padre , quería
que inventara un aparato de construcción instantánea , para hacer
un piso para el y todo su barrio , ya que el dueño de sus parcelas
le estaba subiendo mucho el alquiler . Mi padre acepto , y en una
semana todas esas buenas personas tenían un bonito piso . Pero hace
poco mi madre ha estado trabajando en un suero que ayudara un montón
a mi familia , un comprimidor de cerebros , que lo que hace es que
comprime el cerebro para que ocupe menos espacio y así luego poder
encoger nuestra cabeza con su otro aparato ,ese que creo para que los
astronautas pudieran llevar la comida a la luna y al espacio ( si no
os creáis ese cuento que os ha mentido el gobierno de que esta
deshidratada , me parece que ni los astronautas saben eso )aunque
ahora que lo pienso no se como no se nos había ocurrido antes. De
todos modos va a ser un gran alivio,parece que por fin voy a poner
dormir en paz …
fin
Olmo Arquero, 2º ESO
No me podrán quitar nunca...
No me podrán quitar nunca las risas que me metí con mis amigas y los llantos que siempre tenían porque con nada lo conseguían.
No me podrán quitar nunca esos abrazos que me daban mi tía y mi abuela al verme.
No me podrán quitar nunca los momentos en que gritaba en la calle cuando era chica para llamar la atención.
No me los quitarán nunca porque son míos míos y siempre lo serán.
Marta García Roldán, 1º ESO
Soy un zapato
¡Hoola, buenas, soy un zapato y vengo aquí para contaros que ahora mismo estoy en una zapatería que se llama Ventosa.
Bueno, al grano. Os quería decir que desde que nací hace poco descubrí que era un zapato normal y ahora escucho muchas voces en la zapatería donde vivo. Me encantaría que me comprasen ya porque quiero estrenar unos pies nuevos. Esta mañana he escuchado unas voces que me querían elegir para probarme y me probaron. La respuesta fue asquerosa porque la primera que me probó no era muy limpia. Olían muy mal los pies de esa apestosa niña; luego ella no me quería comprar porque era muy grande pero menos mal que no me compró porque si no en vez de llamarme zapatos me llamarían tumba de lo mal que olían.
Otra persona vino y me quería coger para probárselos. Olían muy bien sus pies, ojalá que me coja, estoy hasta emocionado y todo. Al final me cogieron. Llegué a la casa y me sacaron de esa apestosa caja que todavía tenía el olor de esa niña apestosa y me dieron con la señora bayeta y me quitaron la suciedad que tenia y me sentía agustito, limpito y listo para dormir. Al día siguiente me levantaron temprano para ir al instituto de la niña y me pusieron entonces ella iba luciéndome por todo el colegio con los zapatos nuevos y yo muy contento y un día después de comer me dejo en la ventana para que ventilase los zapatos entonces hacía mucho viento y el viento me balanceaba como un columpio y yo me iba tambaleando lentamente mientras sopló un aire muy fuerte que llegó a tirarme de la ventana de un 5º piso y allí fue cuando se me pasó toda la vida por delante porque sé que aunque solo he hecho feliz a una persona me siento el zapato más feliz del mundo y hasta aquí llego mi momento. Gracias.
FIN
Marta García Roldán, 1º ESO.
No es nada
Una
noche de tormenta un extraño ruido se escucha en la planta baja.
-Aaaah-
grito Amy.
Salto
de la cama con sobresalto. El castillo se quedo en silencio ni un
solo ruido, nada.
-Otra
pesadilla- pensó Amy.
Otra
de sus múltiples pesadillas, desde que se mudo a aquel misterioso
castillo tener pesadillas se volvió algo rutinario. Amy se acurruco
entre las sabanas:
-Duérmete,
duérmete no es nada- se repetía Amy una y otra vez.
Antes
podía dormirse si se olvidaba de donde estaba y viajaba a los mundos
lejanos de su mente. Pero desde lo de Sofie nada era lo mismo.
Aquella tarde, maldita tarde.
-No
pienses en eso no, no lo hagas- se volvió a repetir Amy.
Sofie
era su niñera, una chica de unos 17 años con el pelo negro y largo.
Ella era muy simpática y siempre jugaba con Amy. Las dos podían
estar horas en el torreón del ala oeste, allí era donde Amy guarda
todas sus muñecas.
-Tum
tum
-Que
a sido eso- susurro Amy.
-Tum
Tum
El
sonido provenía del ala oeste, del torreón. Amy recordaba
perfectamente esa tarde, era verano pero el sol no brillaba. Por eso
Amy y Sofie se fueron a jugar al torreón, todo era normal. Patitas
la tranquila gata de Amy estaba en su esquina como siempre. Sofie
había sacado la casa de muñecas, mejor dicho el edificio de
muñecas esa casa tiene más habitaciones que el castillo.
Mientras
Amy colocaba las muñecas Sofie estaba buscando una silla que
faltaba, entonces Sofie se tropezó y la casa de muñecas callo
sobre la pierna de Amy. Sangre y dolor es lo único que ella
recordaba, Sofie aparto rápidamente la casa y examino la pierna . Lo
malo es que cuando Sofie estaba curando la herida...
-Llego
papá- pensó Amy.
Su
padre llego de trabajar y al ver la escena comenzó a gritar
diciendo:
-¡Que
le has hecho a mi HIJA!- gritaba.
-¡No
papá!- gritaba Amy.
Su
padre no la escuchaba y despidió a Sofie, directamente la echo de
casa. Ella quedo sola en el bosque que rodea el castillo y desde
aquella tarde no se supo nada sobre ella.
-Desapareció,
igual que mamá- pensó Amy.
Hace
un año su madre se fue de casa, no se supo nada más de ella.
Desapareció
o eso dijo su padre.
-Tum
Tum
Esta
vez el extraño ruido sonó más cerca. Provenía del pasillo.
Hace
un año cuando la madre de Amy todavía estaba con ella vivían en
una preciosa casa de color naranja, la antigua habitación de Amy era
muy bonita y luminosa pero la actual era más oscura y faltaba pintar
las paredes. Amy recordaba que una noche escucho pelear a sus padres.
El padre de Amy gritaba igual que cuando lo de Sofie. A la mañana
siguiente su madre no estaba en casa y no supo nada más sobre ella.
-Cierra
los ojos y todo pasara, no es nada- susurro Amy.
-Tum
Tum
Sonó
detrás de la puerta de su habitación.
-Tum
Tum Tum
Amy
se metió bajo las sabanas.
-No
es nada, no es nada- se repetía.
Amy
temblaba de miedo, el ruido no cesaba, su corazón palpitaba a toda
velocidad y de sus ojos caían lágrimas.
La
puerta se abrió de golpe y la sombra de lo que parecía ser una
chica apareció tras ella.
-Tranquila
Amy – susurro la sombra.
-Tu
voz me suena... - dijo Amy
-¡NO
ES NADA!- grito la sombra
A
la mañana siguiente Amy no estaba en su cama. La policía no pudo
saber lo que paso y culparon a su padre, fue encerrado en la cárcel
40 años. Y todos las noches una sombra le susurraba, le molestaba y
no le dejaba dormir en paz. Pero como el se repetía:
No
es nada.
Esperanza
Mérida Durán, 2º ESO.
LA
VIDA DE UN MICRÓFONO
Hola, me llamo Shure, soy
un micrófono ¿queréis qué os cuente en qué consiste mi vida?
Pues allá voy, me despierto un buen día, lo veo todo al revés,
todo negro, me encuentro en mi sitio habitual día tras día, semana
tras semana, no me echan cuentas, me voy sintiendo cada vez peor,
¿Por qué usaran a todos aquellos micrófonos y no a mi? No tenemos
nada diferente pero ¿Por qué?
Entonces cuando mis
ilusiones cada vez son más tenues aparece el dueño de todos
nosotros, se dirige hacia mí, me pongo nervioso e intento no hacerlo
notar, me agarra y me retira de todos los demás, por fin vuelvo a
sentirme necesario, noto como me encienden y me van pasando de
persona en persona y, cuando me doy cuenta, por fin ha llegado la
hora de hacer mi trabajo, el cantante ha llegado, me siento bien,
entonces noto como con una inmensa dulzura alguien me agarra, y
empieza a pasearme sobre el escenario mientras me canta una canción,
son tantas las emociones en ese momento, esa sensación que te entra
cuando notas que mientras ellos cantan están disfrutando, es un
sentimiento, todos llevan dentro esas fuerzas y esas ganas de seguir
adelante, siento el aliento en mi “cabeza”, poder gritarle, a
todo un mundo para tí, lo que esa persona intenta expresar con su
canción, sus emociones, que te aplaudan por ello te llena de
energías, el tiempo se pasa muy rápido, disfrutas tanto en el
momento... Y llega el momento que menos me gusta, la despedida, miles
de silbidos y aplausos me acompañan en el momento, me siento bien,
orgulloso, emocionado, el cantante comienza a dar las gracias a todos
los asistentes mientras yo lo emito lo más fuerte posible para qué
todo el mundo pueda escucharlo, entonces se acaba, veo todo tipo de
emociones, cuando te das cuenta de todo aquello ya sabes lo que te
toca, mi momento poco a poco va llegando a su final, pero justo
cuando todo está a punto de acabar el público empieza a gritar
“¡OTRA, OTRA!” Te llenas de alegría y felicidad, no sabes como
reaccionar, les miro, veo como sonríen, ellos no me pueden ver de la
misma forma, pero vale la pena, entonces noto como el cantante vuelve
a sentir la música, como vive el momento, me mira, le miro, y hay
una pequeña conexión entre nosotros, esa que en cuanto comienza el
concierto te preguntas ¿dónde estará? la que cada vez te da más
fuerzas, pues ya somos un equipo, desde que el cantante empieza con
su primera canción siento el poder, siento que somos un equipo, pero
me doy cuenta de ello cuando todo está a punto de acabar, es cuando
más lo valoro ¿quién sabe si volverás a sentir el momento con esa
persona y de esa manera? Cuando ya todo ha acabado de verdad, cuando
ya estoy colocado en mi sitio de siempre, descansando y muy
orgulloso de ser el micrófono que soy, me paro a pensar... Debo
vivir el momento, disfrutarlo a tope ¿quién sabe que nos tendrá
preparado el futuro? Mientras se pueda aprovechar, adelante, mi
momento ha acabado, pero siempre me quedarán los recuerdos, las
experiencias, es algo que nada ni nadie me puede quitar ya, entonces
me doy las gracias a mi mismo por hacerme sentir tan bien. Me apagan,
mi sistema se va desactivando y con unas inmensas ganas, ahora solo
queda esperar al siguiente.
Cristina García Valderrama, 2º ESO.
QUÉ MIEDO PASE ESOS DIAS
Un día que dormía profundamente una noche de una lluvia eléctrica. De pronto un ruido muy fuerte me despertó, encendí la luz y...... menos mal era mi gato jabibi se había asustado con la sombra de un árbol al chocar con mi ventana. Al cabo de un rato me pude dormir. Pero con las sabanas hasta arriba. No había pasado mas de una hora cuando me volví a despertar de un sobresalto, pero esta vez ya no era mi gato ni nadie de mi familia. Había entrado alguien en mi casa, yo cogí a mi gato y me lo lleve a mi cama y me tape con las sabanas hasta el cuello.Relajándome y pensado que era desperté en un cuarto que no era de mi casa pensé que me habían secuestrado, pero no, estaba en casa de mi abuela, Francisca que mis padres me habían llevado a su casa por que trabajaban por la mañana temprano pase el día asustado y casi no salí de mi casa.
Por el miedo que tenia. En ese mismo día al acostarme aunque sabia que mis padres habían cerrado la puerta, yo fui para ver si estaba cerrada o no, cerré las puertas y ventanas con llave. Ese día aunque no tenia sueño me metí temprano en la cama para coger antes sueño. Como la noche anterior me volví a despertar y...... esta vez me desperté en casa de un desconocido.¡¡Me habían secuestrado!!.
Ángel Horcas.
No me podrán quitar nunca...
No me podrán quitar nunca
esos baños que me di en la playa de Ecuador, esos abrazos que me dieron cuando
llegué y cuando regrese a España, esas veces que me pelee y que jugué con mis
primos, y esa ansia que tenía por conocerlos a todos…
No me podrán quitar nunca
esas ganas de ponerme a bailar cuando escucho la música que me gusta, ese miedo
que le tenía al cuco de pequeña cuando sabía que en realidad si estaba con mis
padres no me iba a pasar nada, esas ganar de acariciar y abrazar a mi gato
cuando estoy triste, esa costumbre de consultarlo todo con la almohada, ese
amor infinito que siento por mi familia y amigos y esas ganas de ser mayor para
tener una familia , una casa y un
trabajo , y por disfrutar más tiempo de las personas a las que quiero, porque
son míos, solo míos y no me los podrán quitar..
Ángeles Gualoto, 1º ESO.
SOY UNA TELE
Recuerdo perfectamente el día que me mude a casa de mis dueños. Yo
estaba recién creada, y me metieron en una caja súper grande ajustada a mi
tamaño; me llevaron a la tienda de dónde vengo, y allí, solo tuve que esperar 5
minutos para que alguien llegase a comprarme. Es una familia numerosa, con lo
cual estoy casi todo el rato con compañía de ellos.
Un día que estaba apagada me
colocaron delante un catálogo del “año la pera”, el catálogo era de
televisores, y gracias a este descubrí que mis antepasados eran mucho más
pequeños y regordetes. Pero no me importó, note que yo soy especial.
Volviendo al tema… nunca estoy aburrida, al contrario, siempre
entretenida. Lo bueno de ser una tele es
que siempre estoy al corriente de todo; noticias, capítulos nuevos… etc, y
además si me siento sola (que nunca es así) puedo ver canales que se encuentran
en mi interior. Puedo estar horas y horas en uso, y nunca me canso, al revés,
me encanta. Cada día me siento más querida.
Si se da el caso de que mis dueños se vayan de viaje, estoy un tiempo en
desuso, pero en cuanto oigo las llaves abrir la puerta sé que han llegado y que
en menos de un minuto ya estoy encendida. Me encanta esa sensación de ser
prácticamente el centro de la casa.
Ahora que lo pienso, mi vida no siempre es divertida. Porque hay veces
que no me dejan descansar lo suficiente y eso hace que al día siguiente halla
fallos en la conexión… etc. Si alguna vez veis que vuestra tele falla, ya
sabéis porque es. Otra de las muchas razones de porque hay días en los que
fallamos es porque nos gusta descansar muchísimo, y en cuanto ponéis un
programa nuevo, serie o capítulo que os entusiasma ver, nos “rompemos” para que
nos dejéis descansar. O simplemente porque queremos fastidiar un poquito.
Odio que cuando se limpia la vivienda nos limpiéis con esas “cosas
llenas de plumas” para quitarnos el polvo. ¡Ni que nos quisierais hacer
cosquillas y estornudar! O que nos echen el “flu flu” ese para supuestamente
dejarnos brillantes, cuando lo que todos sabemos es que cuando se usa lo único
que se consigue es envenenarnos cada vez más; o ya el colmo de los colmos;
cuando veis un pequeño manchurrón de suciedad en el cristal, ¡¡¡lo quitáis con
la uña!!! Creo que se nota que odio la
hora de asearse.
Pero bueno, si no hicierais todo lo bueno y malo que acabo de explicar…
¿seguiríamos siendo tan importantes en vuestras vidas?
El
Paquete Misterioso
Un
día un hombre recibió un extraño paquete. Él no había pedido
nada parecido, pero el señor que se lo entregó, que, por cierto,
era bastante tétrico, con pelo canoso y vestido de negro, sólo le
comentó que “tenía permiso para abrirlo y usarlo” y acto
seguido se fue. Nuestro hombre le persiguió para hacerle más
preguntas, pero, el señor había desaparecido, hecho que al hombre
le pareció de lo más extraño, ya que nadie corre tan rápido como
para torcer la esquina de su manzana (que no era precisamente falta
de longitud) en un intervalo de tiempo inferior a los dos segundos,
aparte de que (en la opinión del hombre) su “cartero misterioso”
no tenía motivos para correr. El hombre, intrigado por las palabras
del señor, procedió a comprobar el contenido del paquete. En este
sólo había un libro muy grueso, negro, cuyo único texto apreciable
en la portada eran unas siglas que rezaban “Y.N.H.V.A”, y cuyo
significado desconocía nuestro protagonista. En sus páginas
únicamente había sustantivos, comunes y propios, y lo más curioso,
todos estaban escritos muy suavemente, y a lápiz. La letra era
manual, y efectivamente lo más probable sería que estuviera escrito
a mano. En tal caso, el trabajo era admirable, ya que el hombre
calculó, a lo sumo, unas sesenta mil páginas. Pensó que en ese
“diccionario” deberían hallarse todos los sustantivos que
existen, y que existieron. Miró de nuevo en el paquete, para
cerciorarse de que no había nada más, pero se dio cuenta de que se
había dejado algo, una goma de borrar negra también y con una
calavera dibujada. En el otro lado, de nuevo las siglas “Y.N.H.V.A”.
La goma tenía una textura similar a la de una piedra, así que el
hombre dudó seriamente que la goma pudiese borrar algo. Decidió
probarla con el diccionario misterioso. Abrió una página al azar, y
intentó borrar la primera palabra que vio, “coche”. Deslizó
suavemente la goma sobre el papel y, sorprendentemente, la palabra
“coche” desapareció sin dejar huella en el diccionario. Recordó
que en cinco minutos tenía una reunión, así que bajó a la cochera
a por el coche y, ¡no estaba! Pensó que se lo habrían robado, y,
enfadadísimo, decidió ir en autobús. Al llegar se extrañó mucho,
ya que no recordaba haber visto ningún coche en todo el trayecto.
Sólo autobuses y camiones. Al volver de la reunión pasó por la
comisaría para denunciar el robo, y, cuando pronunció la palabra
“coche”, el policía le miró con mala cara y le preguntó “¿qué
es un coche?”. El hombre ya se temía lo que había sucedido, y
nada más llegar a su casa, cogió el diccionario (pero uno normal,
no el misterioso) y buscó “coche”, pero, como el hombre
sospechaba, no aparecía. Sólo para asegurarse, cogió el
diccionario “Y.N.H.V.A.” y borró el nombre de un famoso,
“Abraham Mateo”, y acto seguido buscó su nombre en Internet. No
había nada, era como su hubiese desaparecido, y también todas sus
canciones, que automáticamente se habían borrado también del
diccionario. esto confirmó las sospechas del hombre. Si borrabas
algo del diccionario,lo borrabas de la existencia. Desaparecía de
pasado, presente y futuro. El hombre decidió utilizarlo para cambiar
el mundo. Decidió borrar el nombre de todos los líderes, de todos
los criminales, y de todos los pecados. Borró el mal de la
humanidad. Pero al cabo del tiempo, la gente, sin líderes, iba
teniendo un exceso de libertad, así que borró “libertad” del
diccionario. Entonces se hartó. Se hartó de ser un benefactor. La
ambición pudo con él, y pensó que podía ser el rey de todo lo que
existía. Podía ser Dios. Era Omnipotente. Empezó borrando
“rebelión”, para evitar que sus súbditos se rebelaran, y acto
seguido borró “consciencia”. Hacía tiempo que descubrió que
los atributos aplicables a humanos que borraba no le afectaban a él.
Convirtió a la humanidad en unos seres sin sentimientos ni
pensamiento propio. Él era Dios. Era invencible. Era omniscente,
omnipotente y omnipresente. Pero algo le salió mal. Él no dejaba de
ser humano, y los humanos tenemos sentimientos. Dios (el verdadero)
se presentó ante él y le explicó lo injusto que era lo que estaba
haciendo. Y se arrepintió. Pensó en que el no era Dios. Era Satán.
Era un demonio. Y comprendió que el único capaz de albergar un
poder semejante al de Dios era Dios. Y Dios le reveló que el cartero
que le entregó el Diccionario era Él disfrazado, porque quería
comprobar que sucedería si un mortal tuviese el poder de un Dios. Y
ya lo había visto. Y le reveló algo más. Le reveló el significado
de Y.N.H.V.A. Entonces el hombre comprendió que la única manera de
volver a hacer que todo fuese como antes era borrando su propio
nombre del Diccionario.
Yo
soy ese hombre, y esta es mi historia. Yo lo hice. Yo borré mi
nombre y todo se revirtió.
Esto
lo cuento desde el Infierno. Estoy sólo. Este es mi castigo. Mi
castigo por jugar a ser Dios. Ya aprendí la lección. Un exceso de
poder siempre es malo. Sólo Dios puede poseer este poder. Así que
si algún día obtenéis o tenéis la posibilidad de obtener un poder
que otras personas no poseen, no lo uséis. Yo me arrepentí de lo
que hice al descubrir el significado de las siglas. Y.N.H.V.A.
Significa “Ya No Hay Vuelta Atrás”.
Texto
redactado por Javier Arias Crespo, de 1º de ESO.
Yo tampón:
Por
Julián Garrido Arana, 1º de E.S.O.,
Colegio Ferroviario, Plaza
Colón
Hola,
soy tampón. Acabo de formarme en una fábrica, y me han metido en
una caja con mis hermanitos en la que pone tampax pearl.
Estoy
formado por un trozo cilíndrico de algodón con una cuerdecita en un
extremo y por una especie de jeringa de plástico que empuja el
algodón hacia afuera. Me he enterado de que soy más moderno y
practico que mis antepasados, porque ahora soy más cómodo y fácil
de colocar de manera que no sientes nada, como si no estuviese.
Además he sabido que soy famoso, porque salgo en la televisión, en
un anuncio y patrocino también algunos programas y series.
Ahora
mismo estoy en mi caja con mis hermanitos en el mercadona junto con
otras muchas más cajas, otros modelos y otras muchas cosas más.
Estoy esperando que alguien nos compre para poder realizar “mi
trabajo y servir de algo en la sociedad”. Dicen que mi oficio es
muy asqueroso y repugnante, pero yo creo que soy muy útil y debo de
estar orgulloso, porque impido que la mujer que me use no se manche
las bragas de sangre de la regla, ya que absorbo toda la sangre que
sale haciendo así que no salga al exterior.
Bueno,
pues aquí estoy, metido en mi caja aburrido, esperando y esperando
día tras día. Cada vez que siento pasar a alguna persona por delate
me ilusiono y espero unos segundos a ver si noto movimiento y nos
cogen, pero resulta que no, que pasan de largo.
Estaba
dormido y me acaban de despertar unas voces, creo distinguir la voz
de una mujer y su hija, están eligiendo tampones porque es la
primera vez que a la niña le viene el periodo, siento un tambaleo,
¡nos han cogido!
Han
desecho la bolsa de la compra, y nos han colocado en una estantería
en el cuarto de baño. Han abierto la caja y la madre le ha explicado
manualmente como se nos coloca y le dice que se lo ponga ahora ella
sola.
La
niña, como con una especie de miedo se acerco a la caja alargo la
mano y...¡me cogió! Me coloco poco a poco y con inseguridad,
finalmente acabó de ponerme y tiro a la basura la “jeringa de
plástico” que me cubría.
Paso
un rato y note que me hinchaba e hinchaba cada vez más, ya le había
bajado la regla a la chica, y yo estaba realizando mi función. Llegó
un momento en el que dejé de inflarme y estaba todo rojo y manchado.
La niña se dio cuenta de que yo ya había cumplido mi misión, y
entonces se fue al cuarto de baño, me retiró y me tiró a la
basura. En ese momento me sentí muy importante, y descansado. Mi
trayecto acaba aquí, después de haber hecho un largo viaje y
habiendo cumplido mi encomendado. Ahora me reciclaran y serviré de
otra cosa empezando una nueva vida, pero nunca olvidaré esto, jamás.
Se que he ayudado a una persona y no me lo va a quitar nadie ni nada.
Encantado y adiós, espero que haya servido de algo.
FIN.
Yo:
papel higiénico
Hola,
mi nombre es Scotex, Scotex papel higiénico.
¿Enserio
queréis saber mi vida? En fin, me la quitan trozo a trozo, para
mojarme y mancharme y después deshacerme en el agua. Después doy
vueltas y vueltas hasta marearme. Uno de mis trozos viaja en el agua
dentro de unos largos tubos, un largo trayecto.
Se
va deshaciendo poco a poco hasta que de uno de mis trozos no se
vuelve a saber nada.
Y
así pasa con todos, hasta que llego ha quedarme desnudo por
completo.
Ya
solo queda un simple cilindro de cartón, sin lo de simple porque
justo después unas manos me atrapan y comienzan a pintarme.
Entonces
ya no soy un cilindro de cartón, si no un paisaje, con árboles,
flores, hierba y todo tipo de animales.
Poco
a poco voy recordando mi vida entera: junto a mis amigos en la
tienda, envueltos en un plástico desde el cual se puede leer: PACK
DE 8 ROLLOS. También recuerdo cuando nos separaron a todos, cuando
me cogieron a mí y todo lo ocurrido hasta llegar aquí.
Siendo
un bonito paisaje, donde todo es alegre y eres libre, donde las
preocupaciones no existen y donde los problemas siempre son
resueltos.
Pensándolo
bien, me siento muy orgulloso de contar mi historia.
María LOzano 1º ESO
Soy
una mochila
Hola
soy una una mochila normal y corriente que ya está tan vieja que
está en en el contenedor de reciclaje.
Todo
empezó un día, que en una fábrica de objetos escolares había que
hacer un paquete para enviar más de mil mochilas, de todas ellas yo
fui de las primeras en salir para ponerme a la venta.
Llegué
al centro comercial, donde pasaron días y días y nadie me compraba.
Pero un viernes por la tarde un niño le dijo a su madre que yo era
la mochila ideal para él. Tras un rato la madre le dijo al niño que
me compraría, el niño se puso muy alegre y me cogió y me empezó a
inspeccionar para ver como era por dentro. Tras un largo rato de
espera en la cola de la caja por fin me llevaron a su casa.
El
niño, se llamaba Lucas y tenia cinco años.
Lucas
le preguntó a su madre que cuando me podría usar – su madre
contestó – La tendrás que usar el lunes que es cuando empieza el
cole.
Lucas
alegre le dijo a su madre que tenia muchas ganas de usarme pero él
de todas formas se esperaría.
Llegó
el lunes y Lucas me preparó para ir al colegio, me metió su
merienda, su estuche, su bata para no mancharse …
Cuando
llegamos al colegio a los dos nos daba un poco de miedo por todo eso
de los libros y los cuadernos, pero aun así fuimos valientes y
entramos en el colegio. Primero nos presentaron a los profesores que
le iban a dar clase a Lucas, después vimos las aulas que estaban
decoradas con dibujos de antiguos alumnos.
Finalmente
terminó la visita y nos fuimos a la clase correspondiente.
Cuando
entramos Lucas me dejó en una percha con las demás mochilas de los
niños.
Lo
estuve observando y noté que era un niño muy sociable al que le
gustaba hacer amigos y jugar con ellos.
Así
transcurrió mi vida durante todo el curso escolar.
Cuando
pasó de curso empecé a notar que no me quería tanto como el año
pasado.
Entonces
comprendí que para él yo no era un amigo si no un simple objeto que
solo servía para guardar y transportar su material escolar.
Curso
tras curso cada vez me desgastaba más y más y yo seguía triste por
aquel duro descubrimiento.
Hasta
que un día vi que me metían en una bolsa de basura y me llevaban a
un contenedor.
Y
así es como esta vieja mochila acabó en un contenedor sin amigos.
Pero
pensé que gracias a mi, un niño llamado Lucas había sido feliz.
Álvaro Estévez, 1º ESO.
NO ME PODRAN QUITAR NUNCA...
No
me podrán quitar nunca la sensación
al
salir del colegio o la de marcar mi primer gol.
No
me podrán quitar nunca todas esas tardes que me pasé encerrado
estudiando para aprobar el EXAMEN.
No
me podrán quitar nunca la ilusión de quedar con mis amigos,
ni
todas las novatadas que ellos me hicieron.
No
me podrán quitar nunca las ganas de ser mayor
para
trabajar en el empleo que siempre quise.
No
me podrán quitar nunca el helado que siempre se me caía,
o
la seguridad que me hacía sentir un abrazo de mi padre.
No
me podrán quitar nunca
la
primera vez que viajé en avión, o pisé otro país.
No
me podrán quitar nunca todas esas sensaciones y sentimientos que
toda mi familia y amigos me han hecho sentir,
porque son míos, solo míos y no me los podrán quitaaar!!
Gonzalo y Alejandro 1º ESO
CARTA
AL DIRECTOR:
Por
Julián Garrido Arana y José Antonio Soriano Torres, 1º de la E.S.O.
Plaza
Colón, Colegio Ferroviario.
Estimado
Sr Director:
Varias personas pensamos que es una estupidez que las tiendas y negocios
cierren los domingos, cuando ese día todo el mundo esta libre.
Quiero decir que deberían abrir los domingos y cerrar los lunes que
es el día laboral mas intenso y pesado que es el día que menos
gente va a comprar. Además, si nos paramos a pensar a mucha gente
nos pasa que nos hemos olvidado de comprar o hacer un recado y justo
el domingo nos acordamos, siempre hay alguien que te dice:
-Hoy
no puedes ir a comprar, es domingo y esta todo cerrado.
Y
piensas:
-Vaya
asco, ahora tendré que esperar al lunes.
Si
tienes actividades u ocupaciones por la tarde y por la mañana
trabajas o estudias, tienes que esperar más todavía.
Por
eso, creemos que los comercios deberían cerrar el lunes y abrir los
domingos.
Sacaríamos
provecho todos.
Espero
que le guste y la considere.
Saludos.