¡Bienvenidos/as a este espacio destinado a las Técnicas de Estudio y a todo aquello que pueda ayudaros a aprender a aprender!. Está hecho con todo el cariño para vosotros/as, mis alumnos/as. Se irá llenando de contenido poco a poco. Por supuesto se aceptan todas vuestras sugerencias.

miércoles, 7 de octubre de 2015

¡Qué bien escriben!!

Soy una mesa


Hola, yo soy una mesa. Yo no tengo nombre, ya que soy soy de quien me utiliza y nunca he tenido un dueño propio. Pero podéis llamarme Same. O, al menos, así me llaman las otras mesas. Yo vivo en un colegio enorme lleno de clases con mesas iguales que yo, pero nunca he podido conocerlas; por que no puedo moverme, aunque eso ya lo sabréis. Y también pensareis que la vida de una mesa es la más aburrida de las vidas, después de la de los gusanos de seda que lo único que hacen es comer, pero no estais en lo cierto. Yo, a diferencia de vosotros, no puedo andar ni hablar vuestro lenguaje, pero conozco a muchos más niños/as que juntando todos a los que vosotros conocéis. Cada año conozco a una clase más y al año siguiente conozco a otra, esto es como una cadena. Conozco a tanta gente que no me caben ni en mis patas.
Y también tengo muchas compañeras mesa en mi clase a las que conozco desde que me enviaron a este colegio, están:Toni, Anita, Meray, Asem, Samuel …
Además soy sobre la que escribes, ríes, lloras, sobre la que pones los codos al pensar y sobre la que te apoyas al escuchar.
Como vosotros, yo también tengo muchos amigos; están las sillas, entre ellas está Chara mi mejor amiga. Una vez me apartaron de las demás mesas pero no entendía porqué; Chara, que sí entiende el idioma de los humanos, me dijo que a mi amo le habían castigado apartándole de los demás por que hablaba mucho con su compañero.
También conozco a los estuches, a los armarios y muchos otros objetos con los que no hablo demasiado.
Además están Sorfepo, la mesa del profesor, y “lasilladelprofesor” que es la silla del profesor. Ellos son como mayores, los sabios, y algunas veces nos dan consejos para resistir a los golpes que nos dan algunos niños/as, porque a veces nos tiran cosas como lápices o tejeras, creo que se llamaban.
Y es que nos tiran al suelo, bueno a nosotros y a las sillas, jugando a ponerse sobre las patas traseras de las sillas. E incluso nos pintan y nos pegan chicles por debajo nuestra. Alguien debería decirles algo, y es que a mi me entran ganas de soltar un grito y decirles, -¡¡basta!!-, por que Peco acabó con la pata rota y Tame con sus tuercas salidas, pobrecillos con lo buenos que eran.
Bueno, que los niños están a punto de llegara a clase. Espero que con esta carta hagáis cambiar de idea a las personas que nos maltratan.

Besos, Same





por Marta Carmona Reina


Un viaje sorprendente

Hola amigos/as , os sorprenderá que un lápiz os cuente esta historia.
Todo empieza a principios de Septiembre, cuando mi dueña fue a la librería y escogió un paquete de lápices , uno de ellos era yo.
De camino a Montilla que es donde vive esta niña de 13 años, le dije:
-Oye niña, te pido un favor y es que pase lo que pase siempre estemos juntos-.
La niña asombrada, me respondió:
-Vale, mañana conocerás a un montón de amigos míos.
Cuando llegamos a su casa, nada más entrar la niña se dirigió a su habitación y me colocó en un lapicero con una pegatina que ponía: ``Cosas con cariño´´.
A la mañana siguiente, me desperté y de pronto vi una mano gigante ; al verla mejor supe que era de mi dueña.
Me había cogido del lapicero, para llevarme a la escuela y enseñarme a sus compañeros. Eso a mí me hizo muchísima ilusión, me sentía muy importante.
Cuando Priscilla y yo llegamos al cole, y después de dar saltos en el estuche una y otra vez, por fin, salí a ver lo que había a mi alrededor.
Pero nadie, y cuando digo nadie, es nadie, se imaginaba lo que ocurriría esa mañana.
Después de varias clases, Priscilla y yo nos dirigimos a la clase de informática, allí estaba Samuel.
Samuel es el típico chico , cuyo propósito en la vida es molestar a los demás. Eso al menos es lo que me comentó Priscilla, después de mi inesperado accidente.
En la clase de informática, todos apuntaban lo que el profesor estaba dictando, todos menos Samuel. Ese día Samuel no se había traído lápiz y en varias ocasiones se lo había pedido a Priscilla. Pero ella , no podía dejárselo. Aprovechando un despiste de Priscilla, me cogió tan fuerte que pensé que me iba a estrangular.
De repente, Priscilla se dio cuenta, e intentó recuperarme. Lo único que yo sentía eran golpes y sacudidas. En ese momento el profesor, le dijo a Samuel que me devolviera a Priscilla. Pero Samuel no hizo caso, y lleno de furia me tiró hacia el pasillo de la escuela. En ese momento, sonó la campana para el cambio de clase.
¡No me lo podía creer! De pronto empezaron a salir niños , una patada por aquí, una patada por allá.
Después de caer por las escaleras, y dar varios tropezones, por fin, paró el ruido y los golpes.
En ese momento, noté como una mano, de piel suave, me cogía entre sus dedos. Era Priscilla, estaba llorando, y con lágrimas en los ojos me dijo:
-No te preocupes pequeño, a partir de ahora , sólo te tendré en casa, donde están todas las cosas especiales para mí.
Desde entonces, estoy en una caja preciosa, y todas las tardes , Priscilla y yo escribimos su diario.

Cristina Mellado Morales
 UNA CASA LLENA DE SECRETOS
Era una noche de tormenta y Laura estaba durmiendo soñando profundamente en un mundo en colorines los edificios eran multicolores, en vez de chimeneas había caramelos, en vez de ventanas había piruletas, había ¡AAH! Un suculento ruido ha despertado a Laura. Tenía tanto miedo que empezó a temblar ¡papá, mamá! Gritaba nerviosamente, claro que sus padres dormían en la parte baja de la mansión ¿habrán oído a Laura? Laura decide temerosamente a bajar  a la parte inferior de la mansión, cuando va a pisar silenciosamente, el primer escalón chirría la madera que lo forma ¿cómo voy a bajar sin hacer ruido, si los escalones chirrían? Se preguntaba Laura, pero justo después de terminar la frase vuelve a sonar ese extraño ruido y Laura sin pensar más baja por las escaleras dando pequeñas pisadas y se dirige corriendo al cuarto de sus padres, pero entonces cuando iba a abrir la puerta, un escalofrío recorrió su cuerpo de arriba abajo y seguidamente notó como una palma de mano fría le tocaba el hombro y Laura empezó a chillar.
Sus padres se levantaron en un santiamén y encendieron  las luces, pero Laura ya no estaba. Todo estaba intacto y en orden, pero algo en el ambiente hacía de esta casa humilde y acogedora en un lugar extraño y frío. Entonces sus padres se dispusieron subir a la parte superior de la mansión , iban subiendo escalón a escalón cada vez más ligeramente viendo que Laura no respondía a sus llamadas.
Abrieron la puerta y Laura no estaba en su habitación, ni en el cuarto de baño, ni en la cocina, no estaba en ningún lugar de la casa. Sus padres desesperados les asomaba ya una gota cálida por la mejilla mientras llamaba a la policía.
-Ninguna huella, ningún símbolo de identificación, nada.- fueron las palabras del Sheriff mientras se iba alejando de la casa. ¿Pero dónde estaría Laura? Era todo tan extraño que parecía todo una película.
Pasaron los años y Laura se daba ya por muerta.
Esta tragedia fue transmitida por todos los medios, y la gente se preguntaba cómo había pasado aquello tan extraño. Pasaron tantos años que Laura formó parte de una leyenda en la que decía que Laura todas las noches iba dormir a su cama y cuidaba de sus padres en aquella gran mansión tan suculenta llena de misterios por resolver.
Pero… ¿crees que la leyenda tiene razón? ¿No os parece un poco extraño que no hubiese ninguna huella?
¿TE ATREVES A RESOLVER ESTE MISTERIO CONMIGO?