En este ejercicio deberéis realizar un poema en el que cada verso termine con "es una fiesta". Os sirve para deteneros y estar atentos de las maravillas que os rodean y que son gratuitas. Además de este ejercicio, durante una semana debéis anotar hechos que sean extraordinarios, aunque estemos acostumbrados a ellos.
Como dice Oliverio Girondo, "la costumbre nos teje una telaraña en las pupilas".
El poema quedará algo así como:
“Saborear agua es una fiesta,
Oír las hojas con el viento es una fiesta,
Oler la hierba es una fiesta,
Levantarse al caerse es una fiesta…” (Etc.)
¡A trabajar, que después lo publicamos!
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